sábado, 19 de octubre de 2013

Esto apesta

Parece que hoy es el día mundial del cáncer de mama.

Mucha gente está sensibilizada con este tema, y una forma de expresar su solidaridad, miedo y deseos de hacer algo contra la enfermedad pasa por:
  • iluminar edificios de rosa
  • correr la carrera de la mujer contra el cáncer
  • comprar productos solidarios con la causa.

y, sobre todo, ponerse el lazo rosa. En la chaqueta, en el wachap, en la carpeta, en el móvil,... da igual donde, pero ponérselo.

No pretendo juzgar a nadie. Cada cual hace lo mejor que sabe; pero....¿no creeis que es un poco tonto?

Para mi, lo del lacito, apesta.

El día 9 de Noviembre, en Ca la Dona, queremos hacer unas jornadas al respecto. Para ese día, estamos traduciendo un documental muy esclarecedor sobre la utilización del cáncer por parte de las empresas para su propio lucro.

Justamente ahora estaba con el trozo que explica cómo surgió la idea del lazo rosa, y he pensado que era el día idóneo para compartirlo con todas.Ahí va:
(gracias a Eli por la traducción)


Por favor, antes de aceptar el lacito rosa, pensar a quien les estáis haciendo el juego. En vez de eso, militar activamente pidiendo, entre otras cosas, menos polución, quitar mierda añadida a la comida, análisis serios de químicos en cosméticos,...

Que no os insulten la inteligencia.

Rosso

domingo, 6 de octubre de 2013

Desparramada por el Tamo



Me estoy repasando cientos de blogs para dilucidar si el Tamoxifeno me hace ovular o no.
Mira. De repente tengo esa curiosidad.


Tras dos horas leyendo las experiencias de otras y las contestaciones de supuestos expertos oncólogos, sigo sin saber si ovulo o no. Puede que sí, pero normalmente no.


¿Por qué ese afán ovulador? ¿Qué me importa esa súper-célula rechoncha cargada de material genético que mi cuerpo (quizás) ya no va a producir? 






Cada mes, un celulón de estos se harta de esperar al espermatozoide y en un acto suicida se  arroja al vacío desgarrando las paredes del útero, provocando en su caída una avalancha sangrienta que se escapa al exterior a través de la vagina. He aquí la regla

Todos mis óvulos anteriores acabaron surfeando en la compresa o escalando las más altas copas del tampax sin que me importara lo más mínimo, pero ahora… 
Ahora sé que el Tamoxifeno le roba a mi cuerpo 60 óvulos (5 años x 12 meses x 1 óvulo) y no me gusta.  Podríamos decir que la fábrica de óvulos ha sido clausurada con carácter temporal, aunque previsiblemente (dada la edad de la fábrica) el cierre será de forma definitiva. Podríamos pensar qué suerte, adiós a la regla, y sí. 

Pero no.


De todos los cambios que sufre mi cuerpo en esta menopausia adelantada lo más costoso de sobrellevar es esa sensación de desparrame de la carne. Donde había músculo y piel tersa ahora hay masa blanda y en caída libre hacia suelo. La carne se expande, se ablanda y empieza a colgar del hueso, las formas corpóreas se van perdiendo y en el espejo miles de arrugas han sido convocadas para observarme sin piedad.

No me asusta la vejez, pero no puedo evitar sentir nostalgia de aquél cuerpo lozano, prieto y sangrante que, gracias al Tamoxifeno, se va desparramando anticipadamente.
 

  Rosso